No hay diferencia entre el tratamiento informativo dado por Diario de Avisos a los responsables del atropello y muerte de tres peatones en Tenerife en 2006 mientras practicaban una carrera salvaje por las calles de Santa Cruz, y el dispensado en sus páginas a Sí Se Puede. La familia sí importa.
30 de julio de 1972: empresarios franquistas proponen la medalla de oro provincial para José Sabaté Forns, por su gestión en el REF, apenas un mes después del cierre gubernativo de la revista Sansofé, que representaba la posición del antifranquismo crítica con el REF. 17 de octubre de 2008: José Sabaté (der.) aplaude durante la entrega de la medalla de oro del Cabildo a Adán Martín. Para desplegar la foto abrir en pestaña nueva.
Las casas familiares de la derecha hegemónica tinerfeña son absolutamente fieles a este principio de la organización caciquil, heredado de las relaciones tradicionales de consanguinidad en la acumulación de la propiedad de la tierra y el capital.
Siguiendo ese principio se establece otro, el de la fidelidad de clase, por el cual los clanes familiares fijan alianzas económicas duraderas que incluyen la protección familiar mutua y equivalen a un sistema asegurador dirigido a favorecer a sus hijos en la misma rueda de la fortuna que aplasta cada día a los miles que no pueden, cuyas familias no importan.
José Sabaté con Manuel Hermoso en su primera legislatura, que siguió a la de Leoncio Oramas, amigo y socio de Sabaté. Una jovencísima Ana Oramas (aquí con Marisa Zamora) ocupó una concejalía con Hermoso. En los años 80, Ana Oramas fue promovida profesionalmente por José Sabaté Forns, a través de SOGARTE, empresa de su propiedad.
Sí Se Puede es un capricho, un juguete y también una impostura, pero entra en la misma lógica clasista y elitista del régimen del poder económico de Tenerife y, por lo tanto, participa en la memoria histórica selectiva, parcial e interesada, de esas elites que han jaleado la represión para asegurar sus negocios y la herencia de sus vástagos en tiempos de rebelión social.
La particularidad del juguete de Fernando Sabaté es que requiere redoblar de manera pretenciosa el olvido de la historia reciente que explica las alianzas de José Sabaté Forns con los Oramas, Plasencia, González, Carceller, etc. durante los últimos cuarenta años.
Sí Se Puede sale bien en Diario de Avisos y calla mientras la empresa editora obtiene visto bueno para sus doce plantas. En Diario de Avisos se protege a las elites contra las que dicen luchar los bon-vivants de Sí Se Puede. Pero Sí Se Puede denuncia al diario El Día por ser prensa del régimen, sin el menor atisbo de vergüenza porque su líder sea precisamente hijo del dueño de Diario de Avisos.
Esta situación es insostenible y ocasiona que en Sí Se Puede se practique la memoria histórica selectiva y la permanente limpieza censora de la hoja de ruta para no asumir ninguna implicación derivada de esta realidad. Al mismo tiempo que olvida la desposesión del PGO de Santa Cruz, Sí Se Puede se presenta en sociedad como adalid de la memoria histórica de los desposeídos.
Pero la memoria es tozuda.
Nuestro homenaje a Bartolomé Díaz Lorenzo y a tantos otros.
Si usted piensa que eso fue hace mucho tiempo, pinche aquí.