Había una vez un puerto...

En la primera semana de mayo de 1976, el ministro de Obras Públicas, Antonio Valdés, y el entonces presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Rafael Clavijo, firmaron un convenio para “ampliar el puerto de Santa Cruz de Tenerife”, mediante la creación de la “dársena industrial de Granadilla”, para el polígono industrial y reparaciones navales, previendo el inicio inmediato de la primera fase de obras, con un presupuesto de 750 millones de pesetas, de los cuales el Cabildo pondría 500 millones, y un plazo de ejecución de cuatro años.

José Sabaté y Rafael Clavijo mantenían una estrecha relación personal y eran compañeros de iniciativas (abajo, se abrazan en un acto del Centro de Iniciativas y Turismo). Sabaté, intendente mercantil, empezó a presidir el Consejo de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife en 1964. En diciembre de 1965 aparece junto a Clavijo en la ponencia de Comercio del segundo Consejo Económico Sindical Interprovincial de Canarias (el primero fue en 1962), presidido por el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, Avendaño Porrúa, donde ya Sabaté destaca como “ponente general”.

Treinta años después de la firma del primer proyecto de Granadilla por iniciativa del ya fallecido Rafael Clavijo, su viejo amigo y socio José Sabaté Forns continúa empujando ese proyecto portuario.

El 28 de febrero de 2007, el presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, Luis Suárez Trenor, firmaba el contrato de crédito para la financiación externa a largo plazo, disponiendo de hasta 120 millones de euros a 25 años en la modalidad Club Deal, con la finalidad de iniciar las obras del dique de abrigo del puerto de Granadilla.

Junto al titular de la Autoridad Portuaria, el acto solemne celebrado en la sede de CajaCanarias contó con la presencia de los representantes de las cuatro entidades financieras que participan sindicadas en el crédito. Por CajaCanarias rubricó el contrato José Antonio Trujillo. Por el Banco Santander Central Hispano fueron Javier Navarro y Carlos Pedroso. Por La Caixa plasmaron su firma José Luis Hernández y Sonia Andujar. Y por el banco Bilbao Vizcaya, Juan Bosco Eguilior y José Sabaté Forns.